Día mundial de los nachos. 24 de febrero

En el día mundial de los nachos, propongo hacer un repaso mental de lo que, gastronómicamente hablando, está pasando a nuestro alrededor.
En una era tan globalizada, donde el intercambio cultural está a la orden del día, no nos sorprende encontrar diversidad gastronómica en los restaurantes que invaden nuestras calles, especialmente cuando se trata de grandes ciudades, como Madrid, donde yo vivo.
Cuando yo era niña, allá por los años ’70, resultaba muy novedoso ir a comer a un restaurante chino y ya ni te cuento la experiencia, si el restaurante era hindú, árabe, coreano, japonés, cubano o mejicano… para empezar, ya era difícil en esa época encontrar un restaurante con esta oferta.
Ahora, todas las propuestas anteriores resultan comunes en cualquier reunión familiar o con amigos.
Pero un 24 de febrero quiero destacar una de estas propuestas, es decir, la comida mejicana., ya que este día se celebra el día mundial de los nachos.
Los Nachos, son un plato típico de la comida mejicana y su creación nos ofrece una bonita, divertida e interesante historia que me gustaría relatar.
En la ciudad mejicana de Piedras Negras, Coahuila, en el año 1943, existía un restaurante llamado el club Victoria y cuyo cocinero se llamaba Ignacio Anaya.
Al parecer, una noche aparecieron por el restaurante un grupo numeroso de señoras, esposas de militares, con intención de tomar un refrigerio. El cocinero quiso improvisar una solución rápida con el género del que disponía en ese momento, con el objetivo de satisfacer a todo el grupo de forma inmediata.
Ignacio elaboró unas tortillas de maíz y pan frito crujiente, lo cubrió con queso Wisconsin y jalapeños y lo horneó.
El sencillo resultado impresionó tanto a las comensales que quisieron saber el nombre del plato, a lo que el chef respondió con otra improvisación, “Nacho” dijo, que no era más que el nombre por el que, a él mismo, le conocían sus amigos.
Así es como Don Ignacio Anaya, “Nacho para los amigos” puso un improvisado nombre a un improvisado plato que hoy es famoso, conocido y disfrutado por todos.
Mi recomendación es que, si aún no lo has probado, lo hagas cuanto antes. Tenemos suerte de vivir en una época en la que podemos disfrutar de esta diversidad gastronómica y degustar infinidad de nuevos sabores. Esto no solo enriquece a nuestro paladar, sino que ofrece también una apertura de mente para conocer, aceptar y disfrutar todo lo que el mundo nos puede ofrecer.